LA MONTAÑA DEL STAFF

CAPITULO 2

De camino, se encontraron a la ninfa-Susi que estaba en el lago de la calma, y le preguntó a donde se dirigían, el hada Marian se lo dijo y entonces ella les advirtió que tuvieran cuidado, puesto que hacia poco rato habían pasado unos salteadores de caminos montados en un oso panda blanco y que posiblemente estuvieran escondidos para cometer algún robo. El hada gentilmente le dio las gracias y dijo que no se preocupara que irían con cuidado y sobre aviso.
Mientras tanto en el reino del rey-Vampi las cosas iban de mal en peor, el estado del elfo-Ramón iba empeorando por momentos, el maleficio de las pavas estaba apoderándose de la voluntad de éste, su amigo el elfo-Alex no se apartaba de su lado y velaba por él. Pero nada podía hacer, salvo hacerle compañía y esperar que el hada-Marian tuviera éxito en su misión.
La carroza mas que correr parecía que volaba en dirección a la montaña del staff, el cochero Manoplitas y el hada estaban en tensión esperando que de un momento a otro los salteadores se les echaran encima pero si esto ocurría no los cogerían desprevenidos ya que el hada tenia preparada su barita y un sinfín de hechizos de defensa. A lo lejos distinguieron dos figuras y Manoplitas hizo detener el galope de los corceles para poder hacerles frente mejor, una vez llegaron a la altura respiraron con tranquilidad puesto que no eran los salteadores sino que eran el hada-triste-Miriam y Sherif-Charlin-Tolin, (era hermano del rey gavilán-Tolin y había sido nombrado Sherif del bosque), tras los saludos de rigor el hada paso a relatarles la misión que le llevaba a la montaña y el aviso que la ninfa-Susi sobre los salteadores les había hecho, entonces el hada con su triste voz les explico que habían intentado asaltarla y en ese mismo momento había aparecido el Sherif con sus hombres y los habían apresado así que el camino estaba libre para poder continuar, dándoles las gracias se despidieron de ellos y continuaron con su viaje.
Las pavas mientras tanto se divertían viendo como los intentos de destruirlas de los tres reyes eran infructuosos.
En el oráculo del hechicero Bello-Carlos, este paseaba nervioso por sus aposentos mientras no apartaba la vista de la fuente del fénix, que era mágica ya que permitía ver lo que estaba sucediendo en cualquier lugar del mundo en cualquier momento, esta le había sido entregada al hechicero por su amiga la maga-Emma en agradecimiento de esta por la ayuda recibida en la lucha que mantuvo contra una horda de brujos malvados que se hacían llamar los saltadores de secuencias (estos saltaban en el tiempo y el espacio para deshacer el pasado y el futuro) El hechicero cabizbajo sabia que el tiempo se estaba acabando y si la misión del hada no llegaba a buen fin, el poder y maldad de las pavas acabarían por reinar en todo el mundo convirtiéndolo en un lugar tenebroso donde solo tendrían hueco los seres malignos y la bondad sólo seria un lejano recuerdo de tiempos pasados en que los seres mágicos vivían en paz y perfecta armonía.